Hoy se celebra el día Internacional de la Mujer, se celebran actos, y demás actividades para conmemorar este día, pero sinceramente ojalá no se celebrara este día, porque eso significaría que nunca ha habido hombres que se consideren superior a las mujeres, ni mujeres que se consideren inferiores a los hombres, nunca habría existido la explotación laboral de las mujeres, los salarios más bajos, las profesiones en relación al género, las políticas desiguales,...y un sin fin de motivos más que a lo largo de la historia han desencadenado que el día 8 de Marzo, sea el día elegido para rendir homenaje a esas mujeres, recordarlas y recordar que aun queda un largo camino.
Pero lo peor de los días internacionales es sin duda que una vez que pasa este día, mañana 9 de Marzo, después de que personas salgan a la calle, ayuntamientos rindan homenajes, asociaciones hagan actividades, después de hoy, todo el mundo, o la mayoría nos olvidamos, que la mujer sigue sufriendo desigualdades día a día, no solo hoy.
La historia nos ha demostrado que en la mayoría de los casos no hay mujeres protagonistas, y si las hay desde luego no son nombradas en la mayoría de los casos. El pasado martes en la asignatura de Políticas del Bienestar social se nos nombro a Olimpia de Gouges, una mujer a la que no conocíamos, y que es una gran olvidada en esta lucha del feminismo.
Tras documentarme un poco sobre esta mujer francesa, algunos de los datos a destacar son entre otras cosas que en 1789, cuando en Francia se proclama la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (en la cuál hombre no se refería a ser humano, sino a varón), ella, Olimpia de Gouges, dos años más tarde fue autora de la Declaración de los derechos de la Mujer y la Ciudadanía.
En muchos de sus artículos cambio la palabra hombre por mujer y cuenta con un total de XVII artículos, algunos fueron:
I. La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.
II. El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescindibles de la mujer y el hombre, que son, la libertad, la propiedad, la seguridad, y sobre todo, la resistencia a la opresión.
VII. Ninguna mujer se halla eximida de ser acusada, detenida y encarcelada en los casos determinados por la Ley. Las mujeres obedecen como los hombres a esta Ley rigurosa.
Además defendía la separación de poderes, se adhirió a la causa republicana, y advirtió sobre los riesgos de la dictadura criticando duramente las políticas de aquel tiempo, lo que llevo a que fuera llevada ante el tribunal revolucionario y condenada a muerte junto a otras mujeres trabajadoras francesas.
Sus trabajos fueron principalmente feministas y revolucionarios. Defendía la igualdad entre hombres y mujeres tanto en aspectos de la vida pública, como privada, incluyendo el derecho al voto, acceso al trabajo público, hablar en público de temas políticos, controlar propiedades, igualdad fiscal, derecho a la educación e igualdad en el ámbito familiar y eclesiástico, entre otras cosas.
Espero que mujeres como estás no queden en el anonimato y se vea que la historia también ha sido escrita por mujeres, y que algún día, de verdad, se consiga la igualdad que tanto ansiamos.
Fuente imagen: Facebook Cultura Re-evolucionaria.
